Quiste Sebáceo en la cabeza o cuero cabelludo

Quiste Sebáceo en la cabeza o cuero cabelludo

Otro lugar típico donde pueden encontrarse los quistes sebáceos es en la parte superior de la cabeza, concretamente en la zona del cuero cabelludo. Cuando esto ocurre afectan directamente al cuello cabelludo de aquel que los padece. En este caso, puede ocurrir que salgan unos encima de otros, aumentando la notoriedad y la visibilidad de los mismos. En este caso particular, estos bultos afectan directamente a la calidad de vida de los afectados, ya que a la hora de tumbarse o apoyar la cabeza en cualquier lugar, presionan la cabeza produciendo dolor e incomodidad. En este caso, al igual que cuando surgen en la piel de la cara, la mejor opción, o al menos la más rápida y definitiva, es la cirugía. El médico especialista realizará una extracción segura del mismo e inmediatamente el paciente recuperará su comodidad. Además, al existir la posibilidad de que salgan más quistes o que éstos aumenten su tamaño, es más eficaz eliminarlos en su totalidad.

Estos quistes epidérmicos de tipo benigno y que se desarrollan tras la hinchazón de los folículos pilosos, se componen de un saco de células en el que se halla queratina, es por eso que a estos quistes sebáceos se les conoce también como quistes queratínicos.

Estos bultos que podemos detectar en el cuero cabelludo pueden desprender de forma espontánea el líquido maloliente que con los conforma, hecho bastante incómodo para la persona que los tiene.

Cuando haya pacientes en los que estos quistes de la cabeza no provoquen dolor alguno, es igual de recomendable acudir a la consulta de un médico general o dermatólogo, que sin duda podrá establecer el tratamiento a seguir.

Estos quistes, que en ocasiones se pueden disimular bajo el pelo, suelen durar meses, pero existen cuadros médicos en los que pueden llegar a durar años e ir creciendo de forma lenta, pero significativa. Además, el paciente que los tenga podrá notar cómo estos bultos se pueden mover libremente por todo su cuero cabelludo, formando en ocasiones el apelotonamiento de alguno de ellos, o por el contrario, la dispersión de estas protuberancias de sebo.

El pronóstico de esta alteración dérmica es muy positivo, e incluso hay casos en los que el médico podrá optar por no prescribir tratamiento alguno y dejar que los quistes epidermoides desaparezcan de forma espontánea.