Tratamiento para las quemaduras | Cómo actuar, todas las precauciones
En la piel pueden aparecer quemaduras por muy diferentes motivos y la gravedad de las mismas depende del grado en el que esa quemadura haya afectado a las diferentes capas que componen nuestra epidermis.
Vamos a empezar especificando que existen tres tipos distintos de quemaduras en la piel:
- Quemaduras de primer grado: en este caso las quemaduras afectan exclusivamente a la capa externa de la piel y provocan cierto dolor, enrojecimiento e incluso hinchazón.
- Quemaduras de segundo grado: son quemaduras más importantes y que afectan a la capa exterior y a la capa subyacente de la piel. Quien las padece sufre malestar, inflamación, sensación de ardor en la piel y pueden aparecer ampollas.
- Quemaduras de tercer grado: estas quemaduras son las más graves y provocan que la piel del afectado se torne blanca, oscura y en los casos más severos, chamuscada.
Debemos señalar que si no se sabe actuar correctamente frente a una quemadura, lo mejor será acudir a un médico de urgencia que cure las heridas. De esta forma evitaremos una posible malformación en el miembro afectado o una nefasta cicatrización posterior.
Las causas de una quemadura pueden ser varias, por ejemplo: el calor, el fuego, la radiación solar o ciertas sustancias químicas.
Los principales signos de que estamos padeciendo una quemadura en la piel son los siguientes:
– La aparición de ampollas o enrojecimiento en la zona afectada.
– El dolor en la piel quemada y malestar general.
– Inflamación dérmica o cambios en la coloración de la piel.
También se pueden tener quemaduras en las vías respiratorias tras respirar vapores excesivamente calientes o humos tóxicos. Cuando esto ocurre, el afectado sentirá dificultad para respirar, producción de mucosidad oscura y quemaduras en la boca.
Mientras se busca la ayuda de un profesional, los primeros auxilios que se pueden realizar a nivel doméstico son:
– La aplicación de agua fría en la zona quemada.
– Cubrir la quemadura con una venda estéril.
– Y nunca presionar la zona quemada.
En el caso de un incendio, si observamos que una persona está en contacto con el fuego, lo mejor será que esa persona gire por el suelo y se la cubra con una tela mojada, siempre compuesta por materiales naturales no inflamables.
Bajo ningún concepto se deberá aplicar remedios caseros como hielo, aceite, mantequilla en quemaduras graves. Nunca se deberá tocar el área quemada y jamás se soplará sobre la misma.