Tratamiento para los granulomas
El tratamiento a seguir ante un cuadro clínico de granuloma es tan diferente de un caso a otro, como diferentes son las manifestaciones de esta enfermedad. Al ser una patología con síntomas tan diversos y que además, según cada caso, ataca a un órgano diferente de nuestro cuerpo, el médico tendrá que individualizar, en cada paciente, el tratamiento a prescribir.
El procedimiento farmacológico a seguir vendrá determinado por la urgencia de controlar el agente que ha terminado causando el granuloma.
En el caso en el que se padezca esta enfermedad granulomatosa por una infección, será necesario recomendar medicamentos que erradiquen eficazmente el germen promotor. Sin embargo, si el granuloma se origina por la debilidad o mal funcionamiento de nuestro sistema inmune, habrá que prescribir la administración de fármacos basados en corticosteroides. Por ejemplo, en el caso de la hepatitis granulomatosa, es uno de los tratamientos más eficaces y populares a seguir.
Como más vale prevenir que curar, las personas que padezcan esta enfermedad en su forma crónica, el objetivo más importante a seguir será la prevención de cada una de las infecciones. De esta forma intentar evitarlas o al menos, bajar su frecuencia en el tiempo. En este caso se administrarán vacunas que fortalezcan al paciente frente a todos estos procesos. Además, el uso de antibióticos también supone un arma fundamental frente a esta dolencia.
Como hablamos de infecciones, los pacientes de granuloma tendrán que tener también una especial atención a su higiene corporal, ya que de esta forma se puede bajar el número y la agresividad de las infecciones. Otras medidas muy útiles serán evitar radicalmente el tabaco, lavarse siempre las heridas con antisépticos o jabones neutros que desinfecten la zona agredida y no tener contacto con elementos como el serrín o la paja, continentes habituales de esporas de Aspergillus.
La eficacia de cada tratamiento depende de la evolución de cada paciente y la agresividad de la enfermedad. Existen casos en los que los granulomas desaparecen por sí mismos y otros en los que, para que la cura sea definitiva, se hace necesario un trasplante de células de médula ósea.
Te recomendamos la lectura de este artículo para que aprendas más sobre los granulomas.