El órgano de la faringe
La faringe es un tubo musculoso y hueco recubierto de membrana mucosa que se localiza en el cuello, cuya principal función es permitir la respiración. La faringe enlaza la nariz y la boca con la laringe y el esófago, respectivamente, y forma parte tanto del aparato respiratorio, permitiendo el paso del aire y la respiración, como del aparato digestivo, ayudando al paso de los alimentos o del bolo alimenticio al esófago. En el ser humano mide unos trece centímetros aproximadamente, y se localiza delante de la columna vertebral, extendiéndose desde la base del cráneo hasta donde comienza el esófago, coincidiendo con la séptima vértebra cervical.
Los músculos constrictores de la faringe, los músculos que se introducen en la apófisis estiloides y los que se insertan en la apófisis mastoides, se encargan de sostener a la faringe.
Cuando se inflama la mucosa de la faringe, se produce la faringitis.
Partes de la faringe
Nasofaringe: también llamada faringe superior o rinofaringe, parte de la parte posterior de la cavidad nasal. Ésta se encuentra rodeada por las coanas de las fosas nasales en parte de delante, y en la parte de abajo está limitada por el velo del paladar. A ambos lados contiene un orificio que conecta el oído medio con la pared lateral de la faringe mediante la Trompa de Eustaquio. En el techo de la nasofaringe, conocido como cavum, se localizan las amígdalas faríngeas o glándulas adenoides.
Orofaringe: también llamada faringe media o bucofaringe, se encuentra detrás de la boca. Linda por arriba con el velo del paladar, y por abajo por la epiglotis. En esta parte de la faringe se localizan las amígdalas palatinas o anginas.
Laringofaringe: conocida como hipofaringe o faringe interior, está formada por las estructuras que se ubican alrededor de la faringe, por debajo de la epiglotis, como por ejemplo los senos piriformes, hasta limitar con el esófago. En medio de los senos piriformes se localiza el inicio de la laringe.
Funciones de la faringe
Las funciones principales de la faringe son:
La deglución: facilita el paso del bolo alimenticio de la boca al esófago por medio de contracciones.
La respiración: la faringe permite la inhalación y la expiración del aire, un proceso indispensable para la vida de muchos organismos.
La fonación: ésta consiste en la emisión de sonidos inteligibles que permiten la comunicación oral, gracias al trabajo muscular y de la faringer.
La audición: la faringe contribuye además a la audición debido a que la trompa auditiva se encuentra lateralmente a ella y conecta con la trompa de Eustaquio.
Por último, existen otras funciones secundarias en las que interviene la faringe, entre otras, la olfacción, la salivación, la masticación, las funciones gustativas o la protección de la cámara de resonancia para la voz.