Cura del eritrasma | Consejos para el eritrasma
El eritrasma, al ser una enfermedad de la piel de origen bacteriano, requiere de forma obligatoria para su erradicación, una cura adecuada en cada paciente. Cuando los médicos dermátologos se enfretan a la enfermedad suelen coincidir en prescribir protocolos muy similares para la cura de los pacientes. Generalmente, esta cura se realiza en unas cuatro semanas, más o menos. A la hora de atajar esta afección es prioritaria la calidad de la higiene que se haga dentro de las partes del órgano afectado, así que limpiar las lesiones producidas y secarlas es fundamental para la pronta recuperación. Los dermatólogos acuden a jabones con base antibacteriana, que limpian exhaustivamente la piel, sin agredir nuestro PH.
Médicos de todo el mundo se decantan por la aplicación en los pacientes de compuestos de eritromicina o tetraciclina. Para aquellos pacientes que no admitan estas composiciones, es recomendable la utilización de antisépticos de ácido fusídico.
Aunque en menor medida, pueden presentarse cuadros más severos de la enfermedad. En estos casos la eritromicina es una buena salida médica.
Habitualmente, la evolución de los afectados por eritrasma es muy favorable y no se hace esperar demasiados días, como comentábamos al principio del artículo. Y en muchos casos, la enfermedad se cura para siempre, pero siempre existe un alto porcentaje de pacientes que a lo largo de su vida vuelven a tener eritrasma, con todas sus complicaciones añadidas. Por eso es tan importante la prevención posterior de esta patología, sobre todo para los pacientes que viven en países con temperaturas excesivamente altas y al alto grado también de humedad. Las principales herramientas para la prevención son una higiene correcta, evitando el sudor continuado en las zonas intertriginosas o pliegues del cuerpo y secando dichas zonas. Y por último, en los casos de pacientes con obesidad, disminuir en la medida que se pueda el peso corporal.
La correcta cura del eritrasma se hace fundamental para erradicar la enfermedad de la piel y de forma completa y para que no se vuelva a sufrir esta afección de origen bacteriano. El caso contrario manifestaría que el tratamiento a seguir para la cura no ha sido el más indicado.