Eritrasma axilar | SÃntomas y tratamiento
Como ya hemos descrito con anterioridad, el eritrasma es una enfermedad dermatológica moderada que causa lesiones en las zonas anatómicas donde se producen pliegues o un roce excesivo. Junto con las ingles, las axilas son una de las partes del cuerpo donde mayor sudoración se produce, por lo que existe un riesgo mayor para que se desarrolle esta afección. Ésta es un área intertiginosa, que signifique que suda y puede llegar a desencadenar en molestos enrojecimientos en la piel. A través de la axila se eliminan diariamente del organismo sustancias que el cuerpo deshecha, por lo que este sudor se compone principalmente de agua y bacterias que no son positivas para el cuerpo. Esta situación que presenta el eritrasma axilar empeora cuando existe un sobrepeso excesivo, produciendo un mayor roce, o se vive en lugares donde durante todo el año hace una calor excesivo. Así que, aunque es una enfermedad que podemos encontrar en cualquier lugar del mundo, es mucho más difícil que se desarrolle en países fríos y secos.
Identificación de las lesiones producidas por el eritrasma axilar
Las lesiones que produce el eritrasma son manchas o placas ligeramente escamosas y brillantes, que destacan por su color rojo oscuro o café. En multitud de ocasiones, las manchas se unen entre ellas, llegando a formar una mancha total mayor a los 10 centímetros.
Como muchas veces estas lesiones del eritrasma axilar no presentan dolor ni incomodad para las personas que las padecen, tienden a pasar desapercibidas y no se diagnostican, por lo que se convierten en crónicas. A veces, el paciente siente mayor molestia a nivel estético que la preocupación por tener la bacteria del Corynebacterium minutissimum.
Como prevenir
La forma más fácil de prevenir el eritrasma axilar es contar con una higiene diaria de la piel, evitar el sobrepeso, controlar los niveles de azúcar en sangre y llevar prendas que absorban el sudor excesivo en estas zonas. Si con todo esto se desarrolla la enfermedad, lo mejor es ponerse en manos de un profesional. Un dermatólogo especializado que, una vez realizadas las pruebas pertinentes para obtener el diagnóstico, desarrollará el tratamiento indicado para erradicar la enfermedad del paciente, que generalmente es para siempre. En caso negativo, querría decir que el tratamiento tópico y oral no han sido los indicados y habría que volver a realizar un tratamiento.