Cura del Eritema Multiforme
Para aquellos pacientes que sufran de eritema multiforme decir que con los cuidados y la cura adecuados, prescritos bajo la supervisión de un dermatólogo especializado en este tipo de enfermedades de la piel, la recuperación del enfermo es positiva, erradicando los molestos síntomas que provoca.
Aunque hay diferentes cuadros médicos dentro de la misma enfermedad y los médicos deben personalizar su actuación en cada enfermo, podemos distinguir entre pacientes en los que la enfermedad evoluciona de forma leve o de forma grave.
Aunque hay un número significativo de pacientes en los que el eritema multiforme es autolimitado, o sea, que desaparece de la piel sin necesidad de tratamiento farmacológico alguno, la cura a través de un buen tratamiento de esta enfermedad es fundamental para la amplia mayoría de las personas afectadas. Controlar la evolución de los síntomas que provoca el eritema, la prevención de las infecciones que puedan surgir y el tratamiento paliativo de los síntomas son las principales armas con las que cuenta la comunidad dermatológica.
Dentro de los casos de eritema multiforme leve, la cura principal a aplicar es:
-La ingesta de antihistamínicos que minimicen el fuerte picor de las heridas.
-La administración de paños congelados, aliviando así las zonas de la piel afectadas por la enfermedad.
-La toma de anestésicos que mermen el malestar general provocado por el eritema, sobre todo a la hora de realizar las comidas diarias. Y también, para controlar los cuadros médicos en los que el paciente tiene episodios febriles o dolor e inflamación en las articulaciones.
Dentro de los casos en los que la enfermedad evoluciona de forma grave, además de la administración de los anteriores medicamentos y cuidados, las medidas de curación a seguir son las siguientes:
- El uso de antibióticos que eliminan la posibilidad de tener infecciones secundarias y que ponen en riesgo al paciente de eritema multiforme.
- Además, el uso de corticosteroides para la desinflamación y control de las yagas.
- Y la administración de inmunoglobulinas intravenosas.
Además de todos estos medicamentos de carácter curativo y paliativo, debemos hacer especial énfasis en la higiene que deben tener los pacientes, para poder detener infecciones de orden secundario. Éstas pueden influir de forma muy negativa en la evolución de los enfermos y en muchos casos son fáciles de evitar.