El crecimiento anormal de los alveolos
El enfisema pulmonar es una enfermedad que provoca el crecimiento excesivo de los alvéolos pulmonares de manera permanente, produciéndose la consiguiente obstrucción de los mismos, dificultando y disminuyendo la función respiratoria, encargada de transformar el dióxido de carbono y obtener oxígeno del aire. Como consecuencia, entra más cantidad de aire en los alveolos, lo que se traduce en que va a ser más difícil de eliminar y que no se produzca la transmisión de oxígeno a la sangre.
Se trata, como se ha dicho al principio, de una enfermedad crónica, que durará toda la vida, y que se manifiesta de manera lenta y progresiva. Además, no sólo se produce el agrandamiento de los alveolos, sino que sus paredes también se expanden, estrechándose las vías respiratorias, de manera que se dificulta que la sangre penetre en sus cavidades. Entonces, los alveolos, hinchados de aire, pueden llegar a destruirse y producir un deterioro irreversible.
Los que padecen esta enfermedad cuentan con unos alveolos pulmonares que pueden llenarse fácilmente con el aire, pero que sin embargo no van a poder expulsar fácilmente, de manera que el oxígeno no puede llegar al organismo.
Causas
La causa principal del enfisema pulmonar es el tabaquismo. Así, se cree que el humo del tabaco y otras sustancias pueden producir la liberación y emisión de sustancias químicas (principalmente oxidantes) que provocan el deterioro de las paredes de los alveolos. Este daño suele empeorar con el tiempo.
Existe una sustancia en los pulmones llamada alfa-1-antitripsina (AAT), que es capaz de proteger a los pulmones contra esta enfermedad. Esta sustancia es producida por los hepatocitos y constituye la mejor defensa del pulmón. Las personas que presenten poca alfa-1-antitripsina van tener mayores probabilidades de sufrir de un enfisema pulmonar.
En resumen, el enfisema se puede producir por el tabaco o puede haber sido heredad de los padres, quienes tenían una deficiencia de AAT.
Síntomas
El enfisema aparece con mayor frecuencia en hombres mayores de 40 años, aunque la incidencia en mujeres está viviendo un incremento en los últimos años, que han padecido disnea (dificultad para respirar) durante años.
Esta enfermedad conlleva normalmente pérdida de peso, como consecuencia de la utilización de los músculos accesorios para poder respirar, al no poder usar el diafragma.
También, produce la pérdida de elasticidad pulmonar, la destrucción de las estructuras que mantienen a los alveolos y la destrucción de los capilares que aportan sangre a los alveolos. De esta forma, se produce la obstrucción respiratoria y la retención de aire en los pulmones,
Por otra parte, el enfisema pulmonar puede producir fatiga, ansiedad y tos.