Dolor de Muelas y dientes. Causas y remedios para aliviarlo
Entendemos por dolor de muelas aquel dolor que se produce o bien en una muela o alrededor de ella. Dicho dolor es casi con total seguridad el más frecuente de los que pueden tener lugar en la zona facial. Si alguna vez hemos experimentado nosotros mismos este grave dolor sabemos que es de los dolores más agudos y difíciles de soportar de los que podemos padecer comúnmente. Cuando nos enteramos de alguien que lo está padeciendo, sabemos con sentido de causa a qué se refiere y lo que está soportando y sabemos que para nada es algo fingido.
¿Cuáles son las causas?
La mayor parte de las veces este dolor suele venir como consecuencia de una caries en el diente o por una infección ya sea en el diente, la boca, u otras partes del cuerpo. En el caso de las caries dentales lo más normal es que tengan su origen en que no estamos siguiendo unos correctos hábitos de higiene bucal, permitiendo de esta forma que las bacterias dañen la estructura de nuestros dientes pudiendo llegar a la raíz de los mismos. Nos podemos encontrar también con el caso extraño de que se está manteniendo una correcta salud bucodental pero que las padezcamos igualmente por herencia. Cuando tenemos una caries y no lo solucionamos a tiempo podemos hacer que esta acabe llegando al nervio del diente o puede incluso causar una fractura en el mismo. Es en ese momento cuando por lo general empezaremos a sentir dolor. Si no acudimos a un especialista en busca de tratamiento en ese momento haremos que la caries acabe afectando a la cavidad pulpar del diente pudiendo provocar la pérdida de este.
Cuando es frecuente
Por otro lado, podemos sentir dolor en las muelas de forma muy habitual cuando por ejemplo tomamos alguna bebida o alimento muy frío, muy caliente o muy dulce. Este hecho puede ser un síntoma en sí mismo de una carie que hay que tratar cuanto antes.
Pudiera suceder que notemos dolor en las muelas pero que este no tenga su origen en las mismas sino que provenga de otros sitios.
A esto se le llama como ya hemos mencionado en otros artículos dolor referido o irradiado. Esto sucede por ejemplo cuando tenemos una infección de oído, la cual produce dolor de oído y de dientes. Podemos enumerar varios casos parecidos llegando incluso al extremo de que muchas personas que han sufrido un ataque cardiaco han notado un fuerte dolor abdominal, cervical y, como no, de muelas.
Existen otra serie de causas comunes que provocan como consecuencia el dolor que nos ocupa. Es el caso de las fisuras o fracturas en los dientes con motivo de un golpe fuerte, una lesión deportiva, un accidente, u otras. Pudiera suceder que dichas lesiones resulten indetectables para nosotros pero pueden permitir la entrada de bacterias de igual modo. Por lo tanto, deberemos acudir a un especialista que nos examine si tenemos dudas de que se puede haber fisurado o fracturado un diente.
Pudiera suceder que hemos acudido al dentista para que nos realice, por ejemplo, un empaste u otro tipo de operación y los materiales que ha usado nos irriten, ya sea el diente, la encía, etc. Esto no quiere decir necesariamente que la intervención esté mal hecha sino que nuestro cuerpo todavía tiene que acostumbrarse al material utilizado.
¿Cómo tratar este dolor?
Como estamos viendo, existen muchas posibles causas de un dolor de muelas, sin mencionar todavía otras cuantas. Por lo tanto, recomendamos acudir cuanto antes a un especialista en la materia para que nos diga exactamente cuál es la causa del dolor y cómo mitigarlo de forma rápida y efectiva. Aun así, mientras llegamos a nuestra cita con el odontólogo podemos tomar algunas medidas para aliviar y bajar la inflamación como serían aplicar una bolsa de hielo en el lado afectado, aplicar un algodón con aceite de clavo directamente sobre la muela afectada o, la ingesta de calmantes para el dolor.
Remedios para prevenirlo
La primera medida preventiva que debemos seguir para, en la medida de lo posible, evitar estos insoportables dolores debe ser mantener una correcta higiene bucal. Seguir una dieta baja en azúcares nos resultará muy beneficioso para nuestros dientes y encías, cepillándolos siempre después de cada comida. Utilizaremos otros medios como la seda dental o los desinfectantes y visitaremos al dentista de forma periódica.
Cuando es en los dientes
El dolor de dientes se produce cuando la raíz del nervio de un diente se irrita. Las infecciones, las caries, las lesiones o la pérdida de un diente son las causas más habituales del dolor dental. El dolor también puede venir después de que un diente ha sido extraído. A veces pudiera ocurrir que el dolor tiene su origen en otras partes y se transmite a la mandíbula, por lo que nos pudiera parecer que es un dolor de dientes. Las áreas más comunes que pueden transmitir el dolor incluyen la articulación de la mandíbula, dolor de oído y problemas del corazón, incluso ocasionales.
Las bacterias que crecen dentro de la boca pueden contribuir a la enfermedad de las encías, la placa y las caries dentales. Estos problemas pueden llegar a ser dolorosos. Podemos prevenir la mayoría de los problemas dentales manteniendo una correcta limpieza bucodental, lo que incluye el uso de hilo dental, el cepillado con pasta dental con fluoruro, y una limpieza dental profesional dos veces al año. El dentista puede aplicar un empaste en el caso de que sea necesario, lo que resulta especialmente importante en los niños. También es algo clave el mantener una correcta dieta, evitando los excesos de azúcares, los cuales dañan nuestra salud dental.
Si el dolor es muy fuerte y no remite recomendamos siempre que lo más importante es visitar a nuestro médico o a nuestro dentista para que nos establezcan el tratamiento adecuado.
Como tratamiento básico podremos tomar algún analgésico de venta libre como el ibuprofeno, o la aspirina en el caso de los adultos, que reducirá la inflamación y, por consiguiente, el dolor. También es muy útil el prescindir por el momento de alimentos muy fríos o muy calientes, que lo que harían sería agravar la molestia. También se suele obtener alivio al morder una bola de algodón empapada en aceite de clavo.