Displasia de cadera en perros | Síntomas y causas
La displasia de cadera es una patología degenerativa que afecta de forma negativa a los huesos del enfermo y que está producida por una deformación de la articulación coxofemoral. Produce un dolor intenso a aquel que la padece e incluso puede provocar una cojera crónica.
Aunque también puede producirse en humanos, esta enfermedad congénita es hereditaria y afecta mayoritariamente a los animales, principalmente a perros de razas grandes en las que en pocos meses se produce un aumento de peso considerable dentro de unos huesos no completamente desarrollados o sólidos.
Además de factores genéticos, la displasia de cadera también puede desarrollarse por factores medioambientales como realizar un ejercicio intenso, la alimentación, un sobrepeso excesivo o alteraciones hormonales propias de la juventud. Todas estas situaciones se consideran causantes de un gran número de displasias.
Produce graves trastornos en el que la padece ya que dificulta tareas diarias como sentarse, levantarse, subir escalones o andar en rampas.
A la hora de establecer el peligro o gravedad de esta patología se recurre al ángulo de Norberg. Se trata de dibujar una serie de líneas con los que establecemos una amplitud de ángulos que nos dicen si el grado de la displasia es grave, leve o moderado.
Frente a esta enfermedad existen tres tipos de tratamientos:
- El primero consiste en la prescripción de condroprotectores y antiinflamatorios o analgésicos.
- El segundo se basa en la triple osteotomía pélvica.
- Y por último, la artroplastia por excesión de la cabeza del fémur.
A la hora de prevenir lo mejor es conocer los antecedentes del animal. En el caso de comprar un perro, la mejor recomendación es hacerse con un certificado oficial que nos confirme que tanto padres como abuelos no han padecido esta enfermedad. Además d esto, evitar el sobrepeso del animal durante sus primeros meses o año de vida, no realizar un ejercicio excesivo e intentar que el cachorro no crezca en suelos resbaladizos.
Aún con todas estas medidas, existen casos en los que no podemos remediar la enfermedad. En aquellos en los que esto ocurra y no queramos someter al animal a una operación, el uso de una silla de ruedas adaptada facilitará en gran medida la vida y movilidad del animal.