Dieta Antidieta | Pierde peso sin contar calorías

La Antidieta es considerada como un método para perder peso, propone cambiar la manera de comer y busca educar a las personas para que aprendan a combinar adecuadamente los alimentos para estar más sanos, sabiendo para qué sirve cada uno de ellos. Esta dieta no busca reducir las calorías, sino favorecer una mejor digestión, un buen nivel de energía y la capacidad de eliminar las toxinas y el peso sobrante.

Se basa en el principio de que lo importante no es sólo lo que se come, sino también en que momento y en que combinaciones, por lo que pertenece al tipo de dietas disociativas, en las que los hidratos de carbono y las proteínas no se consumen juntas y la grasa se utiliza con sobriedad.

Además considera que el cuerpo acumula toxinas a partir de los alimentos que no se digieren bien y que éstas son las responsables de la obesidad.

Los alimentos que ayudan a perder peso son los que permiten eliminar toxinas debido a su alto contenido en agua, es decir, las frutas y verduras. Cualquier otro alimento sin agua se considera ‘concentrado’ y son los carbohidratos, las proteínas, los lácteos y las grasas, tales como: carne, papas, arroz, pasta, queso, pan, huevos, leche y yogurt.

El sistema básicamente consiste en no mezclar los llamados alimentos concentrados a la vez que respeta el reloj biológico del cuerpo, el cual consta de tres fases para su buen funcionamiento: La primera fase se conoce como eliminación: consiste en la limpieza interna del organismo, y va desde las 3 am hasta las 12 m, por ser un proceso de limpieza  no se debe interferir. En este período solo se puede consumir frutas o jugos de frutas. Seguido de la aprobación: se refiere al proceso de digestión y va desde las 12 del mediodía hasta las 23 horas aproximadamente. Para finalmente concluir con el ciclo de la asimilación: o  etapa de construcción, reparación y distribución va desde las  8 pm hasta las 3 am.

Algunas premisas de la antidieta

La dieta debe estar constituida en un 70 % por alimentos ricos en agua, como frutas y verduras, y el 30% restante debe estar cubierto por alimentos concentrados, como pan, carne, lácteos, alimentos de tipo ricos en fibras como arroz integral, pasta integral, cereales integrales y legumbres.

• Esta dieta promueve la adecuada combinación de los alimentos con un 70% de alimentos ricos en agua y 30% alimentos concentrados.
• Las comidas deben hacerse según el reloj biológico del cuerpo.