Dolor en el brazo derecho | Causas y tratamiento
El dolor en el brazo derecho puede ser el indicativo que lleve a pensar que se trate efectivamente de un infarto de miocardio, lo que vulgarmente se conoce como ataque cardíaco.
El corazón es el órgano del cuerpo que trabaja más duramente durante toda la vida, encargándose de bombear de forma continua la sangre oxigenada y los nutrientes a través de las arterias y difundiéndolos a todas las partes y los tejidos del cuerpo. El corazón tiene su propio sistema, es conocido como arterias coronarias, que transportan al músculo cardíaco o miocardio, la sangre rica en oxígeno. Pero si el flujo sanguíneo al miocardio se para, se produce una lesión que es lo que se conoce como infarto, un infarto de miocardio, vulgarmente llamado ataque cardíaco o de corazón.
La causa más frecuente de enfermedad coronaria o infarto de miocardio está en una enfermedad de las arterias coronarias.
El músculo cardíaco, el corazón, necesita abundante suministro de sangre oxigenada procedente de las arterias coronarias para poder efectuar el bombeo de la sangre.
La enfermedad coronaria es un resultado final de un proceso complejo llamado arterioesclerosis, que supone un "endurecimiento de las arterias". En este proceso existen diferentes etapas, y algunas de ellas aún no se conocen del todo.
Factores físicos y ambientales están involucrados en la producción de cantidades excesivas de las partículas inestables que se conocen como radicales libres de oxígeno. En el proceso de oxidación se unen y alteran las moléculas. Las partículas son liberadas siendo esta actividad una parte normal de los procesos del organismo, pero sucede que algunas toxinas ambientales, pueden producir cantidades excesivas, es el caso del tabaco, por ejemplo.
Al liberarse los radicales libres de las paredes arteriales se produce reacción con las LDL, lipoproteínas de baja densidad, oxidándolas. Estas LDL son cuerpos esféricos que transportan colesterol, es a lo que se llama "colesterol malo".
En las paredes de la arteria las LDL depositan espesas capas de colesterol oxidado, que se acumula y favorece las lesiones arteriales. Las lesiones en las arterias en este proceso avisan al sistema inmunológico de que libere glóbulos blancos en ese punto, serán especialmente los neutrófilos y macrófagos. Se inicia así un proceso dañino denominado respuesta inflamatoria.
La finalidad de los macrófagos es "comerse" literalmente los cuerpos extraños, que en este caso es el colesterol oxidado, y se van a convertir en células espumosas, que se adhieren a las células musculares en las paredes de las arterias y las hacen crecer.
Con el paso del tiempo el colesterol se endurece y empieza a formar la placa que se acumulará en las paredes de las arterias.
El sistema inmunológico, libera otros factores, las citoquinas, detectando otros daños; estos atraen más glóbulos blancos y completan y perpetúan el ciclo completo, con lo que van causando lesiones que persisten en las arterias.
Llegado a este punto, las paredes internas de los vasos, que ya están lesionados, no producen suficiente óxido nítrico, que es una sustancia de vital importancia para que las arterias puedan mantener la elasticidad; y a la larga, estas arterias endurecidas y calcificadas, nada elásticas se hacen cada vez más estrechas, produciéndose. En el progreso del proceso el flujo sanguíneo se ralentiza evitando que la sangre rica en oxígeno pueda llegar al corazón.
La privación de oxígeno en las células vitales es lo que se conoce como isquemia; que, cuando afecta a las arterias coronarias, produce lesiones en los tejidos del corazón. Así el episodio de un infarto de miocardio puede producirse resultado de uno o dos efectos de arteroesclerosis.
Si la arteria queda bloqueada completamente y la isquemia es extensa para que los tejidos cardíacos no reciban oxígeno, las células de estos mueren.
Por otra parte, el fatal desenlace se producirá si la misma placa desarrolla desgarros o fisuras. Las plaquetas se van a adherir a ese punto para el sellado de la placa, con lo que y se forma un coágulo sanguíneo o trombo. Es entonces cuando puede producirse el ataque cardiaco si el coágulo obstruye el paso de la sangre rica en oxígeno hasta el corazón.